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X.6 Disposición del ejército cristiano en la batalla de Hacinas – Poema de Fernán González

por Javier Iglesia Aparicio
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Estrofas 450 a 466 del Poema de Fernán González

450 Mando que fuessen prestos otro dia mañana,
fuessen puestas las azes en medio de la plana,
todos fuessen armados a primera canpana,
darian lid canpal a aquella gent pagana.
Mandó que se apresuraran a la siguiente mañana,
que dispusieran las haces en medio de la explanada,
que todos estuvieran armados al primer toque de campana,
lucharían en el campo contra aquella gente pagana.
451 A don Gustio Gonçalez el que de Salas era,
a el e a sus fijos dio les la delantera,
con ellos don Velasco —tanbien de Salas era—
que por miedo de muerte non dexarie carrera.
A don Gustios González, el que de Salas era,
a él y a sus hijos les dio la delantera,
con ellos don Velasco —también de Salas era—
que ni por miedo a morir dejaría la carrera.
452 Entro Gonçalo Diaz, en esta misma faz,
era en los consejos bueno de toda paz,
era por en faziendas crudo commo agraz,
quienquier que l’ demandasse fallar lo ie de az.
Entró Gonzalo Díaz, en esta misma haz,
era en los consejos favorable a la paz,
era en sus acciones crudo como el agraz,
quienquiera que lo llamase, lo hallaría en la haz.
453 Dos sobrinos del conde, valientes e ligeros,
—fiziera los el conde estonçes cavalleros—
devieran ser contados en los golpes primeros,
fueron estos llamados los lobos carniçeros.
Dos sobrinos del conde, valientes y veloces,
—hiciéralos el conde entonces caballeros—
debieran ser contados en los que atacaron primero,
fueron éstos llamados los lobos carniceros.
454 Los que Gustio Gonçalez avie d’acabdillar,
—dozientos fueron estos caveros de prestar—
el conde los mando por una parte entrar;
de quales ellos fueron no s’ podrien mejorar.
Los que Gustio González había de acaudillar,
—doscientos caballeros eran éstos de resaltar—
el conde los mandó por un lado entrar;
de todos los que fueron, ninguno se podría superar.
455 Dio les seis mill peones pora la delantera,
omnes de la Montaña, gente fuerte e ligera;
si bien guisados fuessen, commo mester les era,
por tres tantos de moros non dexarien carrera.
Les dio seis mil peones para la delantera,
hombres de la Montaña, gente fuerte y ligera;
si bien equipados fuesen, como así era,
por el triple de moros no dejarían la carrera.
456 Dexemos esta az toda muy bien parada,
non podria el cabdiello mejorarse por nada,
serie por nulla fuerça a duro quebrantada;
ya era en todo esto la otra az guisada.
Dejemos esta ala toda muy bien preparada,
no podría el caudillo ser superado por nada,
por ninguna fuerza a duras penas sería quebrada;
Mientras tanto el otra haz se organizaba.
457 Fue dado por cabdiello don Lope el vizcaino,
bien rico de mançanas, pobre de pan e vino;
en la faz se contaron fijos de don Laino,
e otro de la Montaña que dizien don Martino.
Se nombró caudillo a don Lope el vizcaíno,
bien rico de manzanas, pobre de pan y vino;
en el haz se encontraban los hijos de don Laino,
y otro de la Montaña que llaman don Martino.
458 Avie de buroveses, otrossi treviñanos,
caveros bien ligeros, de coraçon loçanos,
de Castiella la Vieja muy buenos castellanos,
que muchos buenos fechos fizieron por sus manos.
Había burebanos, también treviñeses,
caballeros bien ligeros, de corazón valientes,
de Castilla la Vieja muy buenos castellanos,
que muchas buenas gestas hicieron con sus manos.
459 Venian y de Castro unas buenas conpañas,
e venian con ellos otros de las montañas;
fueron y estorianos, gentes muy bien guisadas,
muy buenos eran d’armas, bien conplidos de mañas.
Venían allí de Castro unas numerosas tropas,
y venían con ellos otros de las montañas;
fueron allí asturianos, gentes bien equipadas,
muy bien armados, bien cumplidos de mañas.
460 Venien estos caveros en essa az mediana,
estos eran dozientos de la flor castellana;
todos fueron en canpo otro dia mañana,
essa fue pora moros una negra semana.
Iban estos caballeros en ese haz de en medio,
estos eran doscientos de la flor castellana;
todos fueron al campo al día siguiente por la mañana,
esa fue para los moros una negra semana.
461 Dio les seis mill peones con que los conbatiessen,
peones con caveros en uno los partiessen,
que, quando los peones carrera les abriessen,
entrarien los caveros mejor por do podiessen.
Les dio seis mil peones con que los combatiesen,
peones y caballeros, a una se fuesen,
que, cuando los peones una brecha les abriesen,
entrarían los caballeros mejor por donde pudiesen.
462 Ruy Cavia e don Nuño, de los d’alfoz de Lara,
venien y los serranos, gentes que el poblara
en una sierra fuerte que de moros ganara;
venien y los Velascos que esse dia armara.
Ruy Cavia y don Nuño, los del alfoz de Lara,
venían allí los serranos, gentes que él poblara
en una sierra fuerte que a los moros ganara;
venían allí los Velasco, que ese día armara.
463 El conde don Fernando, de los fechos granados,
ovo veinte escuderos en esse dia armados;
estos con el buen conde en az fueron entrados,
por todos son cinquenta, non mas fueron contados.
El conde don Fernando, de los hechos granados,
tuvo veinte escuderos en ese día armados;
éstos con el buen conde en su haz se integraron,
en total son cincuenta, no más fueron contados.
464 Venien tres mill peones, todos de buena gente,
que por miedo de muerte non farien fallimiente;
maguer fuessen buscados de partes de oriente
non fallarien mejores fasta en oçidente.
Venían tres mil peones, todos de buena gente,
que por miedo a morir nos desfallecerían;
aunque se buscasen por todo el oriente
no se hallarían mejores hasta en occidente.
465 Consejo les a todos del qual guisa fiziessen:
si el dia primero vençer non los podiessen,
que s’ tirassen afuera quando el cuerno oyessen,
a la seña del conde todos se acogiessen.
A todos les aconsejó que así lo hiciesen:
si el primer día vencerlos no pudiesen,
que se retiraran en cuanto el cuerno oyesen,
a la señal del conde todos se replieguen.
466 Quando ovo el conde su cosa aguisada,
sus azes bien paradas, su gente ordenada,
—sabien bien cada uno su çertera entrada
tornaron a sus tiendas, cada uno a su posada.
Cuando el conde tuvo todo preparado,
sus haces bien preparados, su gente organizada,
—sabía bien cada uno su lugar de entrada
volvieron a sus tiendas, cada uno a su posada.

  • 451. En este punto se interrelacionan dos de las épicas medievales castellanas pues Gustios González es uno de los infantes de Lara, el sexto por orden de nacimiento, hijo de Gonzalo Gustioz. En cuanto a don Velasco, en la época en que se escribe el poema, mediados del siglo XIII, la familia de los Velasco comienza a tener importancia en Castilla y, además, desde ese momento poseen la casa fuerte o palacio de Salas, que supuestamente era el solar de Gonzalo Gustioz y los siete infantes de Lara.
  • 452. Gonzalo Díaz es el noble consejero que aconsejó a Fernán González (estrofas 202 a 207) el evitar la lucha antes del primer enfrentamiento contra Almanzor en las cercanías de Lara.
  • 455. La Montaña: se refiere a la Montaña de Burgos, nombre con el que desde antiguo se ha designado a la actual comunidad autónoma de Cantabria y antigua provincia de Santander.
  • 457. Lope el vizcaíno. Es una referencia a la familia que desde el siglo XI al siglo XIV tuvo posesión del señorío de Vizcaya: los López de Haro. En esta estrofa se muestra un tópico medieval para describir a Vizcaya: una tierra pobre donde sólo hay manzanas y falta el pan y el vino, es decir, los cereales y la vid. En esta misma estrofa se cita a los hijos de uno de los jueces legendarios de Castilla: Laino, es decir, Laín Calvo, padre de Diego Laínez (quien aparece en la estrofa 503) y supuesto abuelo del Cid. No sabemos con quién identificar al montañés Martino.
  • 458. Participan caballeros de La Bureba, del condado de Treviño y las Merindades de Castilla la Vieja, las tres son comarcas burgalesas.
  • 459. Castro es la localidad burgalesa de Castrojeriz, importante fortaleza en el occidente del condado de Castilla. Los esturianos son los asturianos.
  • 462. Ruy Cavia y Nuño serían infanzones de la demarcación o alfoz de Lara de los Infantes. Uno de ellos procedería de la localidad burgalesa de Cabia. Los serranos de esta pasaje son los de la sierra de la Demanda, al este del alfoz de Lara. Vuelve a citar a la familia de los Velascos: ¿tendrían alguna deuda el monje arlantino que escribió el poema con ellos?
  • 466. Por lo tanto, el ejército cristiano queda dispuesto en tres haces o columnas de la siguiente manera:
    • El primer haz, dirigido por Gustios González de Salas y en el que también iban don Velasco de Salas, Gonzalo Díaz y dos sobrinos de Fernán González. Contaba con 200 caballeros y 6000 infantes de la Montaña, es decir, cántabros.
    • El haz de en medio, comandado por don Lope el vizcaíno, acompañado por los hijos de un legendario juez de Castilla, Laín Calvo, y un montañés llamado Martino. Se completaba con caballeros de La Bureba, el Condado de Treviño, las Merindades de Castilla la Vieja, de Castrojeriz y de Asturias. En total había otros 200 caballeros y 6000 infantes.
    • El tercer haz, comandado por el propio conde Fernán González, donde también estaban los infanzones del alfoz de Lara, Ruy Cavia y Nuño, así como miembros de la familia Velasco. El grueso de la columna estaría compuesto por soldados del propio alfoz de Lara y serranos de la sierra de la Demanda. En total son 50 caballeros, 20 de ellos escuderos del conde, y 3000 infantes. En total 450 caballeros y 15.000 infantes.

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