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Estrofas 115 a 121 del Poema de Fernán González
115 | Dixo les por el angel que a Pelayo buscasen, que le alçassen por rey e que a el catassen, en manparar la tierra todos les ayudassen, ca el les darie ayuda por que la anparassen. | Díjoles por un ángel que a Pelayo buscasen, que le nombrasen rey y que le acatasen, y en defender la tierra que todos le ayudasen, pues Él ayudaría a que les amparase. |
116 | Buscaron a Pelayo commo les fue mandado, fallaron lo en cueva fanbriento e lazrado, besaron le las manos e dieron le el reignado: ovo lo resçebir, pero non de su grado. | Buscaron a Pelayo, como les fue mandado, lo hallaron en una cueva hambriento y dañado, le besaron las manos y diéronle el reinado: tuvo que aceptarlo, pero no de buen grado. |
117 | Resçibio el reinado, mas a muy grand amidos, tovieron se con el los pueblos por guaridos; sopieron estas nuevas los pueblos descreidos, pora venir sobre ellos todos fueron movidos. | Recibió el reinado, mas contra su deseo, se creyeron con él los pueblos protegidos; supieron la noticia los pueblos descreídos, para venir contra ellos todos fueron movidos. |
118 | Do sopieron que era venieron lo a buscar, començaron le luego la peña de lidiar; alli quiso don Cristo grand milagro mostrar, bien creo que lo oyestes alguna vez contar. | Adonde él estaba viniéronle a buscar, comenzaron primero la peña a atacar; allí quiso Cristo gran milagro mostrar, yo creo que lo oísteis alguna vez contar. |
119 | Saetas e quadriellos quantas al rey tiravan, a el nin a sus gentes ningunas non llegavan, tan airadas commo ivan, tan iradas tornavan, si non a ellos mismos a otros non matavan. | Saetas y flechas que contra el rey lanzaban, ni a él ni a sus gentes ninguna llegaba, tan airadas como iban, así mismo tornaban, si no era a ellos mismos, a otros no mataban. |
120 | Quando vieron los moros atan fiera fazaña, que sus armas matavan a su misma conpaña, desçercaron la cueva, salieron de montaña: tenien que les avia el Criador grand saña. | Cuando vieron los moros tan increíble hazaña, que sus armas mataban a sus mismos soldados, quitan el cerco a la cueva, se van de la montaña: pensaban que tenía Dios contra ellos gran saña. |
121 | Este rey don Pelayo, siervo del Criador, guardo tan bien la tierra que non pudo mejor; fueron assi perdiendo cristianos el dolor pero que non perdiessen miedo de Almançor. | Este rey Pelayo, siervo del Creador, protegió tan bien la tierra que no pudo mejor; fueron así los cristiano perdiendo su dolor aunque nunca perdiesen el miedo a Almanzor. |
- 118. Se refiere a la batalla de Covadonga, donde Pelayo logró resistir a los musulmanes.